Octubre del 2025, Lucatelli Sofia
Durante décadas, la moda siempre fue un tema a debatir; los diseñadores de las grandes capitales marcaban la pauta desde las pasarelas de París, Milán o Nueva York. Pero hoy, en la era digital, esa conversación se vuelve mas amplia. Desde una habitación en Santiago del Estero, un influencer con estilo propio y conexión con su comunidad puede imponer más tendencia que una marca de lujo.
El algoritmo le ganó a la pasarela
En ciudades como Santiago del Estero, donde el acceso a marcas internacionales o eventos de alta costura es limitado, la moda no se copia: se adapta. Los adolescentes generalmente se inspiran en lo que ven en Instagram, en los trends de TikTok o en influencers locales que comparten su estilo desde, eventos, fiestas, o simplemente desde su día a día.
Fuente: Pinterest
Lejos de las grandes ciudades, el santiagueño promedio mezcla influencias globales con identidad local. Las prendas tienen que ser funcionales al clima, cómodas y, sobre todo, buscan decir algo sobre quien las lleva. Las prendas de color negro o blanco, las remeras holgadas y el calzado cómodo son recurrentes, pero el verdadero detalle está en cómo cada quien personaliza lo que usa, muchas veces con recursos limitados, requiriendo solamente creatividad.
Influencers locales: nuevos referentes
En Santiago, creadores de contenido con cientos o miles de seguidores han sabido formar una comunidad desde la sinceridad y la transparencia No muestran outfits imposibles, sino combinaciones reales, accesibles, con marcas locales o ropa de ferias y emprendimientos. Y es ahí donde su poder radica: en ser espejo de la gente real, más que algo inalcanzable.
Asimismo TikTok, por ejemplo, se ha convertido en un espacio donde jóvenes santiagueños no solo muestran sus outfits, sino también su forma de hablar, bailar y vivir. La moda, entonces, se vuelve parte de un relato más amplio: el de la identidad cultural.
Hoy cualquiera con un celular y una idea puede convertirse en tendencia. No hace falta ser diseñador egresado de una escuela europea para influir. Se trata más de comunicar desde la cercanía y la originalidad, de conectar con lo que otros también sienten.
En Santiago del Estero, esto se traduce en una moda que no responde a los ciclos tradicionales de temporadas, sino al pulso de la calle, de lo cotidiano. Una remera vieja puede renacer con un corte distinto o un accesorio inesperado, recolectar ropa antigua y refaccionarla. Todo eso es moda.
Fuente: Instagram
¿Entonces… quién dicta la moda?
La respuesta ya no es única. La moda hoy es conversación y reinterpretación constante. Si bien las casas de moda siguen marcando líneas globales, los verdaderos impulsores de las tendencias son quienes saben leer su entorno, adaptarlo y expresarse con libertad.
En lugares como Santiago del Estero, donde la creatividad nace muchas veces de la necesidad, los influencers y creadores de contenido se convierten en verdaderos diseñadores culturales. No cosen prendas, pero crean identidades.

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